Informe de tendencias en Lima: Portuguese Girl
Un análisis de tendencia con perspectiva local, sociocultural y comercial
Para quienes no estamos muy familiarizados/as con la tendencia Portuguese Girl, esta se basa en una estética que combina diversos colores vibrantes y texturas que apelan a la idea de “ambiente mediterráneo”.


En el mercado limeño, la tendencia Portuguese Girl (o “chica portuguesa”) se ha empezado a notar desde el primer semestre del 2024, tomando como forma inicial los estampados coloridos de polos básicos (sobre todo, el estampado de ají o de cereza) que se veían sobre todo en marcas locales con presencia en Instagram y con tiendas en Gamarra.
Desde el segundo semestre 2024 y hasta estos primeros meses del 2025, retails y marcas locales no solo tienen estos polos, sino que han agregado otras prendas asociadas a esta tendencia.
Introducción de la tendencia en el mercado limeño
Gracias a Gamarra comenzamos a notar vagamente una tendencia en polos estampados de frutas o gráficos coloridos a finales del verano del 2024; durante esta primera etapa resaltamos a la marca de ropa local Sulkay, la cual comenzó a apropiarse de esta prenda y sacar una gran variedad de diseños estampados.
Luego de observar el nivel de aceptación de los polos estampados bajo la estética Portuguese Girl, Sybilla, del retail Falabella lanzó en agosto del 2024 su colección Kitchen Show. Bajo una inspiración evidente en la tendencia Portuguese Girl, Sybilla no solo introdujo al mercado más prendas con esta estética, aunque aún de manera tímida, sino que la colección explícitamente se abanderó bajo el claim de la tendencia: mezclar de manera divertida.


Así mismo, durante ese año vimos que las marcas locales pequeñas y medianas comenzaron a incorporar algunas prendas de esta tendencia a su identidad estética como los característicos pantalones a rayas o de estampado vichy en tonos vibrantes, faldas blancas y amplias, blusas con lazos frontales o en broderie, tops tejidos, entre otros. Sin embargo, algo que es sumamente relevante es que ninguna de estas marcas, a diferencia de lo que se ve en retail, ha mencionado explícitamente la tendencia al promocionar sus prendas.


No es hasta hace unos meses que observamos a la marca Hypnotic del retail Oechsle, que ha lanzado su última colección explícitamente bajo el nombre de la tendencia.
Consumidores de la tendencia
Las consumidoras principales de estas prendas son las Gen Z, generación que también manifiesta -al igual que en esta tendencia- la búsqueda por la individualidad expresándola en outfits con combinaciones “poco convencionales’’, frente a las generaciones anteriores.
Sin embargo también hemos visto a las millennials utilizar algunas de las prendas de esta tendencia como puntos de color en sus outfits o adaptándolas a sus propios estilos.



Diferencias entre retails y marcas locales
Vemos, definitivamente, que los inicios de esta tendencia se sitúan en Gamarra a través de tiendas locales o pequeñas marcas. Los retails, posteriormente, al notar que hay una aceptación y demanda por las prendas de esta tendencia, han realizado apuestas comerciales más grandes.
Al observar que Sybilla fue una de las primeras marcas de retail en lanzar prendas de esta tendencia en la ciudad podemos intuir que el área de compras está constantemente actualizándose analizando el auge y crecimiento de las tendencias y está dispuesta a hacer estas apuestas comerciales.
A continuación, identificamos algunas diferencias en cómo se ha desarrollado la adopción de la tendencia Portuguese Girl en los últimos semestres entre marcas y retails que operan en Lima, Perú
Como observamos en el cuadro anterior, hay diferencias en la manera de vender de los retails versus marcas locales pequeñas y medianas. A pesar que los retails venden masivamente una tendencia, podemos observar que las colecciones de ambos retails (Falabella y Oechsle) mantienen ligeras diferencias que, a pesar de ser prendas producidas masiva e industrialmente, las hace ‘’especiales’’, haciendo difícil encontrar exactamente lo mismo en ambos.
Más abajito les dejamos recomendaciones para las marcas locales 🚨🚨
Aceptación de la tendencia en el mercado limeño
Que esta tendencia este siendo aceptada o teniendo más relevancia durante el inicio de año está estrechamente ligado al clima. En Lima, el verano favorece a la adopción de prendas frescas y versátiles, que, aunque evocan un estilo playero, se diferencian de la ropa típica de playa -que no es tan ‘’elegante’’. Además que la versatilidad de las prendas que componen esta tendencia y su masificación en redes sociales hace que sea fácil encontrar inspiración en cómo combinarlas, generando que se hayan integrado fácilmente en el uso casi diario.
Sin embargo, para hablar de la aceptación de esta tendencia, tenemos que ampliar la visión e incluir los aspectos socioculturales.
¿Qué factores socioculturales han hecho que se adopte la tendencia en Lima, Perú?
Para entender cómo una tendencia aparece y se desarrolla en un mercado en específico, es vital entender el marco sociocultural que le da paso.
1. Continuo interés en la expresión de la individualidad y la cultura de lo vistoso
El boom de la ropa vintage por los millennials más jóvenes y los GenZ ya indicaba la búsqueda de una singularidad o aburrimiento por la estandarización que proviene del fast fashion y de otras tendencias, como la Old Money. Esta última se ha mantenido muy vigente, desde el año pasado, entre retails y marcas locales en Instagram y si bien es una estética fuertemente asociada a la clase alta, esta terminó convirtiéndose también en un uniforme adoptado de manera masiva por muchos influencers limeños.
En ese sentido, la tendencia Portuguese Girl vira su atención al interés (¿o necesidad?) de particularizarse a través del uso maximalista de elementos vistosos. Las prendas, colores y texturas con las que juega la tendencia abren paso a la posibilidad de elegir combinaciones que se sienten únicas (ojo, cabe recordar que esta tendencia nace en TikTok y Pinterest, por tanto, es relevante cuestionarse qué tanta unicidad puede haber en la adopción de una tendencia extranjera y masiva).


2. Expresión de una feminidad entre mujeres menos estructurada
Hace un año, estuvimos invadidos por la moda Coquette en todo lado (hasta llegó a ser utilizada en publicidades por empresas ajenas a la moda, como La Tinka) que mostraba de manera masiva y aceptada, tal vez por primera vez en Lima, una feminidad exaltada en su aspecto infantil y juguetón. Con la salida del Coquette, como tendencia masiva, toma su lugar el Old Money con una silueta más estructurada y basada en el sastre, vinculándose así la feminidad con una versión más masculinizada (con aires del powerdressing de los 80s o inicios de los 90s).
La Portuguese Girl propone un intermedio entre la masculinización del Old Money y la hiperfeminización del Coquette, espacio que resulta muy cómodo para el mercado limeño que es muchas veces -aunque cada vez menos- conservador.
Además, es relevante notar que la feminidad presente en la tendencia Portuguese Girl sigue una corriente de discursos promovidos por mujeres desde mujeres. Desde memes que priorizan las relaciones entre amigas por sobre vínculos heterosexuales románticos, hasta background de canciones centradas en el ser “Just a Girl”, la feminidad es aquella que se construye desde el grupo de tus amiguis besties, lo cual permite crear un espacio seguro en el cual una pueda ponerse de todo sin preocupación del ojo ajeno, y sobre todo del ojo masculino. La combinación de texturas, colores y siluetas que propone la Portuguese Girl se ampara en esa despreocupación por aquello que es externo a la mujer y a sus amigas.


3. Influencia occidental, pero no tan occidental
Algo que para este punto está ya repetido es que la mayoría de tendencias que se promueven, reproducen y adoptan en Lima vienen del extranjero (si no, pensemos: ¿qué tendencia podríamos rastrear que tiene orígenes peruanos o limeños?) y cuando decimos “extranjero” nos referimos específicamente a algunas de las capitales de moda en Europa o Estados Unidos. La tendencia Portuguese Girl no está exenta de esto. Sin embargo, sí hay que notar una diferencia importante con respecto a otras tendencias basadas en la cultura europea (o en la idea de esta), como el Parisian Girl aesthetic.
La tendencia Portuguese Girl combina en un mismo look diversas texturas, patrones y colores, lo cual nos hace recordar el eclecticismo que vemos en las calles limeñas un día cualquiera (si salimos de San Isidro, Miraflores y Barranco). Aunque como mercado se diga que somos conservadores, es parte de nuestro cotidiano el combinar todo con todo (hasta en la gastronomía) y ello se ve reflejado también en lo que llevamos puesto. Si no, pensemos en un look que sigue vigente: un legging estampado y usado como pantalón + un polo de encaje. Independientemente de nuestras preferencias al vestir, la combinación de diferentes estilos en un solo outfit es algo que nos es cercano.
La Portuguese Girl tiene eso, un eclecticismo de combinar estilos, pero con la venia europea que nos da justo en la herida colonial, razón por la cual la vemos en retails, a diferencia del look legging + encaje. Con ello, nos preguntamos también ¿La Portuguese Girl es otra tendencia más de blancos para blancos?
🚨Recomendaciones para marcas locales 🚨
Al analizar las marcas locales nos preguntamos ¿Qué es exactamente lo que las diferencian con los retail en tanto propuesta de producto: un remix de los diseños de las prendas actuales, las apuestas por prendas más arriesgadas que no puedes encontrar en los retail, o es por diseños de tejidos o estampados propios? ¿Una paleta de color? ¿Materiales?
Lo que recomendamos plantearse a las marcas locales al vender esta y alguna otra tendencia es pensar una buena curaduría o selección de prendas centradas en la esencia y propósito de la marca. Esta selección recomendamos que esté apalancada en una idea-concepto (es decir, vender no solo una prenda, si no una idea de un estilo de vida, etc.), acompañada de pequeñas acciones de marketing de acuerdo a las necesidades y gustos de su público objetivo.